jueves, 11 de julio de 2013

LOS OJOS DICEN LA VERDAD


… Los que siempre miran a los ojos cuando hablan. Los que no miran nunca a los ojos. Los que sólo miran a los ojos cuando su interlocutor es conocido, o íntimo. Los que sólo miran a los ojos de los completos desconocidos. Los que fijan la vista en los labios del que habla. Los que miran hacia arriba o hacia abajo o al infinito cuando escuchan. Los que miran a los ojos pero sin mirar, con la mirada fija pero ausente. Los que miran a los ojos reflejados en el espejo retrovisor del taxi pero luego te vuelves y ahí, cara a cara, rehúyen tu mirada. Los que cierran los ojos al hablar de ciertos temas importantes, o trágicos. Los que miran a un punto fijo entre las cejas de su interlocutor. Los que sólo miran a los ojos cuando tú no miras los suyos, y viceversa. Los que aguantan tu mirada como retándote. Los que se ocultan tras la excusa de un flequillo demasiado largo o sus gafas de sol. Los que sólo miran a los ojos cuando tratan de seducir. Los que sólo miran a los ojos cuando dicen la verdad. O viceversa.
No sabría si fiarme más o menos de los que miran a los ojos cuando habla como de aquellos que evitan tu mirada. Algunos ojos son siempre tímidos o temen ser desnudados (o cazados) a través del iris. Otros, sin embargo, son tan fríos que jamás sacarás conclusión alguna a través de ellos. O cristalinos; sin nada que ocultar. O despojados de miedo. O en otro mundo.
Ahora, mírame a los ojos y cuéntame cosas.

¿Sueles mirar a los ojos de tu interlocutor?
No es sólo una creencia del saber popular, sino que fue pregonada por muchos psicólogos. Está relacionado principalmente con la corriente de la programación neurolingüística, tipo de terapia que apunta a cambiar los modelos de conducta mental y emocional, que suele valerse de la relación entre el movimiento de los ojos y los pensamientos. Según esta corriente, cuando una persona diestra mira hacia arriba y a la derecha, es que está visualizando un evento imaginado o inventado. En contraste, cuando se mira hacia la izquierda, estaría visualizando un recuerdo. Por ende, un mentiroso mirará hacia la derecha cuando mienta.

Según uno de los autores del estudio, Richard Wiseman, la mejor forma de detectar si alguien está mintiendo se puede resumir en cinco consejos principales:
1. Todo mentiroso, está creando algo que no ocurrió, por lo que tiende a reducir el número de veces que se refieren a sí mismos. Por lo que si no hay muchos, yo, mío, etc., estamos ante una mentira.

2. Mentir no es fácil, es común que cuando alguien quiera concentrarse en lo que está haciendo se mueva poco, así que si alguien se queda muy quieto, puede estar muy concentrado en inventar, e inventar.

3. Quién miente, vacilará más, por lo que si hay muchos hmm, errr, “como decía”, “cómo decirlo”, pueden indicar que está mintiendo.
4. Las pausas son importantes. Una mentira hay que elaborarla, y lleva su tiempo, por mejor mentiroso que se sea, por lo que si alguien tarda en responder, puede que esté inventando su respuesta.

5. Cuando uno miente tiende a mover las manos más de lo normal, así que si alguien empieza a cubrirse la boca, tocar su nariz, etc., puede ser que esté mintiendo.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario