miércoles, 27 de abril de 2011

¿Quienes eran los 12 Apóstoles?

ANDRÉS: El apóstol afable 

En el evangelio figura siempre como hermano de Pedro. Hombre de segunda clase: sonriente, amigable, cordial, sosegado.
En el evangelio se menciona su nombre tres veces, y cuando esto ocurre, lo vemos trayendo una persona a Jesús:
Juan 1, 40-41; 6, 8-10; 12, 22.
Es el hombre de un sólo talento, el de la amistad; ganar amigos para Cristo. Cristo lo escogió, porque los hombres de un
sólo talento son imprescindibles en el reino.

BARTOLOMÉ: El apóstol visionario

Era olvidadizo, extrovertido, visionario, místico, el hombre de otro mundo; soñador, se conducía como quien está enamorado.
Y así era; estaba enamorado de una visión, de una persona, de un reino. Es el hombre sin engaño, sin hipocresía, sin tapujos.
Así lo vemos en el momento mismo de su elección: Juan 1, 43-51. Es el precursor de aquellos hombres que se han entregado
totalmente a Dios.

FELIPE: El apóstol práctico

Siempre cauteloso, con sumo cuidado, conquistaba el terreno poco a poco, lleno de sentido común, meticuloso.
Felipe no busca a Jesús como otros discípulos; era demasiado práctico y no iba a creer en cualquier movimiento religioso.
Fue Jesús el que buscó a Felipe, y así tenía que ser; lo encuentra en Galilea, y le dice: "sígueme", en sus conversaciones
plantea cuestiones prácticas y exige respuestas también prácticas: Juan 6, 7; 12,22; 14, 6-11.
La víspera de su muerte, Jesús lo reprocha por que aún no lo conoce y se le revela como "camino" para llegar al Padre.

MATEO: El apóstol rescatado

Hombre de mente ágil; buen estadista, matemático de gran talento; agudo, perspicaz, hábil; se fija metas y llega a lograrlas.
Publicano, recolector de impuestos; tenido por avaro, duro de corazón y corrompido. Jesús pasa junto a él por el sitio de los
impuestos y al escuchar de sus labios, aquella imperiosa invitación: "Sígueme", Mateo cierra los libros, sale de su trabajo,
abandona la caseta, y de publicano y estafador pasa a ser discípulo y seguidor de Cristo. Mateo 9, 9-13.
Después de la resurrección se dedicó a predicar a los judíos y para ellos escribió el Evangelio.

SIMÓN: El apóstol celoso

Pertenece a la secta de los Zelotes, partido político caracterizado por el fanatismo. Lucas lo llama Zelote. Lucas 6, 16.
Quizá se decidió a seguir a Cristo abrigando la idea de un Mesías libertador, con la esperanza de una victoria política.
Pero a medida que caminaba con Jesús, iba cambiando. Sus ambiciones políticas, se transforman en ambiciones
pacíficas; su mentalidad militar se transformó en mentalidad misionera. Hizo suyas las metas y motivos del Maestro.
Mateo 10, 34; Mateo 26, 52, 10, 38.

SANTIAGO EL MAYOR: El apóstol ambicioso

Era pescador y trabajaba con su padre, Jesús lo llamó hijo del trueno; era de recia personalidad y temperamento ardiente.
Esto explica su reacción con los samaritanos cuando no quisieron hospedar a Jesús. Lucas 9, 54.
Fue el apóstol que con su hermano pretendió el primer puesto en el Reino. Marcos 10, 35-40.
Así fueron los hombres que Jesús escogió: envidiosos, egoístas, codiciosos, pero en su reino El les cambió el corazón.
Santiago fue el primer apóstol que selló con su sangre la verdad de la religión cristiana: Hechos 12,2

JUAN: El apóstol del amor 
Está dotado de un espíritu sensible, pero era propenso al enojo, a la explosión; tenía mal genio, era irritable, impulsivo.
Tuvo que recorrer un largo camino para hacerse amable. Era pescador y trabajaba con su padre; el negocio había
prosperado pero Juan estaba intranquilo. Jesús lo encontró dispuesto a dejar la barca y a su padre, para ir en su compañía:
Mateo 4, 18-22. Estuvo junto a Jesús en los momentos de mayor intimidad y en los más amargos sufrimientos:
Juan 13, 23-25; 19, 25-27.
Después de la resurrección, Juan siguió dando testimonio de Cristo con un amor enérgico y decidido: Hechos 4, 13-22.
Pasó su vida anunciando a los hombres el mandamiento del amor Juan 13, 34-35; 15, 12-17. Sus últimos años los pasó
en Efeso de donde escribió el Evangelio y las Epístolas. Desterrado por el emperador Domiciano y luego fue puesto en libertad...
Murió en Efeso siendo de avanzada edad.

PEDRO: El apóstol del riesgo 
Gran pescador de Galilea. Impulsivo, impetuoso, extrovertido; había nacido para ser líder.
Al llamarlo para el Reino, Cristo le dio el nombre de "Roca"; pero el evangelio nos muestra, que no actuó siempre
como "Roca"; Mateo 14, 27-30; 16, 21-23. Esta impulsividad lo lleva a responder de primero al Maestro, a tomar la
iniciativa, a actuar en nombre de los doce: Mateo 16, 16; 14, 28; Juan 21, 16; Lucas 5, 4-11. Negó a su maestro pero
su humildad lo libró de la desesperación Marcos 14, 27-31. Después de la resurrección hace la triple profesión de fe
y amor en su Maestro y Cristo lo confirma entonces como líder de su Iglesia: Juan 21, 15-17.
Entregando la vida llega a realizar el nombre que le había dado su maestro: "Roca". Murió crucificado en Roma.

JUDAS ISCARIOTE: El apóstol traidor

Jesús lo llamó también a él y le dio el nombre de apóstol; tuvo las mismas oportunidades que los demás; vio y oyó lo
que ellos vieron y oyeron. También anunció el Reino.
Pero fue el apóstol desertor. En la última cena, mientras Jesús le lavaba los pies, él estaba consumando la traición:
Juan 13, 18-20; en el huerto de los Olivos, estando Jesús en oración, lo entregó a los enemigos: Lucas 22, 47-53.
Al traicionar al Maestro, Judas se traicionó a sí mismo.

JUDAS TADEO: El apóstol constante 
Hermano de Santiago el menor, es, por contraste con Judas Iscariote, el apóstol constante. En la última cena
hizo a Jesús una pregunta. La respuesta que recibe se convierte para él en norma de vida: Juan 14, 22-24.
En la carta que escribe a los cristianos los exhorta a la fidelidad, a no dejarse llevar por falsas doctrinas.

TOMÁS: El apóstol de la duda
Fue el más pesimista, el más melancólico, el más áspero y por lo tanto el más terco de todos los discípulos.
Miraba el mundo, los sufrimientos, la vida, con un extremado realismo. Era la encarnación de la duda. En tres
momentos el Evangelio registra sus palabras y en ninguno de ellos se desmiente: Tomás es siempre el mismo:
abatido, escéptico, obstinado: Juan 11, 16; 14, 2-4; 20, 24-29.
Solo después de la experiencia del resucitado en el cenáculo, Tomás se transforma, y exclama en un profundo
acto de fe: "Señor mío y Dios mío".

SANTIAGO EL MENOR: El apóstol desconocido

Es el más desconocido de los apóstoles; aparece en la lista de los doce, pero no más. Fue escogido para ver,
oír, andar y testificar. Es el símbolo de los millares de "nadies". Nadies que llegan a ser "Alguien", por la elección de Dios.

video. Jesús y el soldado Romano


te invito a meditar en el contenido y las imagenes de este video y descubras una vez el amor tan infinito que Dios tiene por cada uno de nosotros.

EL VALOR DE LA FAMILIA (VIDEO)

LA HISTORIA DE LA BIBLIA. GENESIS (VIDEO)

SANTO DOMINICO

SAN VICENTE FERRER

Vicente Ferrer nace en Valencia el 23 de enero de 1350. Fueron sus padres Guillermo Ferrer, y Constancia Miguel. Tuvieron tres hijas y tres hijos.
Cuando nació Vicente Valencia terminaba de sufrir la Peste Negra.
Pertenecía a una familia acomodada del "cap i casal", la ciudad de Valencia. Su padre era notario y estaba bien relacionado con las clases altas, lo que le permitió un bautizo con ilustres padrinos y el "beneficio de Santa Ana" en la Parroquia de Santo Tomás.
Sus primeros estudios fueron en Valencia, en una de sus múltiples escuelas, donde se inició en "estudios de latinidad".
En febrero de 1367 tomó el hábito tras haber ingresado en el Convento de los Predicadores de Valencia, los dominicos.
Entre 1368 y 1375 fue enviado por sus superiores a profundizar sus estudios en Lérida, Barcelona y Toulouse. En Lérida dio clases como profesor de Lógica, donde se encontraba en su época el Estudio General de la Corona de Aragón, la Universidad.
Vicente y otras religiones
Según estudios de expertos en historia medieval, Vicente Ferrer fue uno de los antisemitas más nefastos que existieron en España.2 Su lema era "bautismo o muerte".3 De los judíos, concretamente, dijo que son "animales con rabo y que menstrúan como las mujeres".4
La obra "La Fe triunfante" (Mallorca, 1691)5 6 del jesuita gerundense Francisco Garau, describe a Vicente Ferrer como aquel que descubrió que "Los judíos tienen entre otros el más oculto y abominable oprobio pues les sale de la cara aquel exangue olor y amarillez de su rostro" además de afirmar acerca de los mismos que "La señal de Caín está puesta sobre ellos y es el olor que exhalan".
Entre otras acciones, se lo señala como impulsor del pogromo de 1391 en el barrio judío de Valencia, donde actualmente se ubica a la plaza San Vicente Ferrer4 y también como responsable de la transformación de la Sinagoga Mayor de Toledo en la Iglesia de Santa María la Blanca.7
Está documentado que, debido a sus predicaciones, una cantidad considerable de miembros de la comunidad judía debieron convertirse al cristianismo [cita requerida]
Su trabajo se vio facilitado por su conocimiento intenso del hebreo, las tradiciones, y las Escrituras.8
Su lenguaje directo y claro, llegaba al pueblo y le permitió que grandes multitudes le escucharan por allí por donde pasaba [cita requerida]
Vicente tuvo un trato especial con los convertidos, encargando su formación y educación en el cristianismo a personas seleccionadas, o como el converso musulmán Atmez Hannexa, que tomó el nombre de Vicente cuando se bautizó, del que se preocupó para que él y su familia tuvieran una pensión para su socorro y sustento, y pudiera predicar entre musulmanes y cristianos [cita requerida].
Casa de San Vicente Ferrer, Valencia (Ciudad)
Últimos años de su vida
Le pidieron que asistiera al Concilio de Constanza, pero él optó por seguir con su trabajo y continuó predicando por Francia, evitando las zonas en guerra.
Recorrió el Mediodía francés, la Auvernia, pasando luego a la Bretaña, donde transcurrirán los últimos meses de su vida. Encontrándose gravemente enfermo, decidió partir hacia Valencia. Sufrió una terrible tempestad al salir del puerto de Vannes lo que él interpretó como una señal de Dios para que volviera a Vannes a pasar el resto de sus días. Falleció en Vannes el 5 de abril de 1419. Su sepulcro se halla en la catedral de dicha ciudad.
Canonización
En 1431, el Papa Eugenio IV ordenó estudiar el asunto de su canonización, pero ahora se interpuso el nuevo cisma de Amadeo de Saboya.
Nicolás V aconsejó a los frailes celebrar el Capítulo general de 1453 en Nantes y preparar el proceso. Y encargó que tres cardenales que investigasen la vida y los milagros del predicador; entre ellos estaba Alfonso de Borja, el futuro Calixto III, el primer Papa valenciano de dicha familia. Mantuvieron entrevistas con obispos, abades, frailes y gente común en Nápoles, Avignon, Toulouse y en la región de Nantes, interrogando a 28, 18, 48 y 310 testigos respectivamente.
Ya fue Calixto III, quien recibió las actas de estas investigaciones.
Calixto III solía "decir a los cardenales y al Maestro de toda la Orden fr. Marcial que siempre había tenido por cierto su pontificado desde que San Vicente se lo prometió". Se han realizado fundamentales aportaciones documentales, que nos muestran que ello no es fruto de los biógrafos, sino convencimiento del propio Calixto III que lo afirmó en numerosas ocasiones y recogieron autores muy cercanos a los hechos.
El día 29 de junio de 1455 tras votarlo en el consejo de cardenales, Calixto III anunció la canonización de Vicente Ferrer.
Mensaje a los valencianos
San Vicente Ferrer dio un mensaje para que lo llevaran a todos los valencianos, que podemos considerar como su testamento. El mensaje dice así:
"¡Pobre patria mía! No puedo tener el placer de que mis huesos descansen en su regazo; pero decid a aquellos ciudadanos que muero dedicándoles mis recuerdos, prometiéndoles una constante asistencia. y que mis continuas oraciones allí en el cielo serán para ellos, a los que nunca olvidaré".
"En todas sus tribulaciones, en todas sus desgracias, en todos sus pesares, yo les consolaré, yo intercederé por ellos. Que conserven y practiquen las enseñanzas que les di, que guarden siempre incólume la fe que les prediqué, y que no desmientan nunca la religiosidad de que siempre han dado pruebas".
"Aunque no viva en este mundo, yo siempre seré hijo de Valencia. Que vivan tranquilos, que mi protección no les faltará jamás. Decid a mis queridos hermanos que muero bendiciéndoles y dedicándoles mi último suspiro".
Vicente milagrero y con el Don de lenguas
860 prodigios o milagros constan en Proceso de su Canonización como obrados por el Predicador Dominico en vida y después de morir, que comprobaron los Jueces del Proceso. Muchos testigos declararon en el Proceso que, hablando Vicente Ferrer en valenciano, ellos le entendían perfectamente en su lengua nativa, por lo que se consideró que poseía el "Don de lenguas".
San Vicente Ferrer, "predicando siempre en su lengua Valenciana", que él nombraba indistintamente valenciano y catalán, le entendían castellanos, franceses, vascos, italianos del Piamonte y Lombardía ...

lunes, 25 de abril de 2011

CONCILIO VATICANO II

Concilio Vaticano II

El Concilio Vaticano II fue un concilio ecuménico de la Iglesia católica convocado por el papa Juan XXIII, quien lo anunció en el mes de enero de 1959. Fue uno de los eventos históricos que marcaron el siglo XX.
El Concilio constó de cuatro sesiones: la primera de ellas fue presidida por el mismo Papa en el otoño de 1962. Él no pudo concluir este Concilio ya que falleció un año después, (el 3 de junio de 1963). Las otras tres etapas fueron convocadas y presididas por su sucesor, el Papa Pablo VI, hasta su clausura en 1965. La lengua oficial del Concilio fue el latín.
Fue el Concilio que contó con más representación de todos, con una media de asistencia de unos dos mil padres conciliares procedentes de todas las partes del mundo y de una gran diversidad de lenguas y razas. Asistieron además miembros de otras confesiones religiosas cristianas.

El Concilio se convocó con los fines principales de:
  • Promover el desarrollo de la fe católica.
  • Lograr una renovación moral de la vida cristiana de los fieles.
  • Adaptar la disciplina eclesiástica a las necesidades y métodos de nuestro tiempo.
  • Lograr la mejor interrelación con las demás religiones, principalmente las orientales.

Concilio Ecuménico Vaticano II
XXI Concilio Ecuménico
Fecha de apertura11 de octubre de 1962
Fecha de clausura8 de diciembre de 1965
Reconocido porCatólicos
Concilio anteriorConcilio Vaticano I
Concilio posteriorNinguno
Convocado porPapa Juan XXIII
Presidido porPapa Juan XXIII (1962)
Papa Pablo VI (1963-1965)
Participación2450 obispos
Tema principalPromover el desarrollo de la fe católica.
Lograr una renovación moral de la vida cristiana de los fieles.
Adaptar la disciplina eclesiástica a las necesidades y métodos de nuestro tiempo.
Tras un largo y duro trabajo, se redactaron 16 documentos, cuyo conjunto constituye una toma de conciencia de la situación actual de la Iglesia y define las orientaciones que se imponen.
Estos documentos son:
Constituciones
Decretos conciliares
Declaraciones conciliares

Permite que tu vida pueda ver la luz de la RESURRECCION


LA VIDA ES UNA CONSTANTE RESURRECCION
SOLO DEPENDE DE TI MISMO SI DESEAS VIVIRLA.  
                          FELICES PASCUAS

lunes, 18 de abril de 2011

DOCUMENTOS PONTIFICIOS

DOCUMENTOS PONTIFICIOS  

Los Documentos Pontificios son todos importantes ya que todos tienen como autor al Papa. La importancia del documento no se deduce tanto de su clasificación (Encíclica, Constitución Apóstolica, etc.) como de su contenido. Los Documentos Pontifícios se clasifican en:

1. Cartas Encíclicas

Del Latín Literae encyclicae, que literalmente significa "cartas circulares". Las encíclicas son cartas públicas y formales del Sumo Pontífice que expresan su enseñanza en materia de gran importancia. Pablo VI definió la encíclica como "un documento, en la forma de carta, enviado por el Papa a los obispos del mundo entero".

Las encíclicas se proponen:

-  Enseñar sobre algún tema doctrinal o moral

-  Avivar la devoción

-  Condenar errores

Informar a los fieles sobre peligros para la fe procedentes de corrientes culturales, amenazas del gobierno, etc.

Por definición, las cartas encíclicas formalmente tienen el valor de enseñanza dirigida a la Iglesia Universal. Sin embargo, cuando tratan con cuestiones sociales, económicas o políticas, son dirigidas comúnmente no sólo a los católicos, sino a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Esta práctica la inició el Papa Juan XXIII con su encíclica Pacem in terris (1963). En algunos casos, como el de la encíclica Veritatis splendor (1993) de Juan Pablo II, el Papa solo incluye en su saludo de apertura, a los Obispos, aunque él pretenda la doctrina de la encíclica para la instrucción de todos los fieles. Esto tiene su razón de ser en el hecho de que los Obispos son los Pastores que deben enseñar a los fieles la doctrina.

Debido al peso y la verdad que contienen, todo fiel debe concederle a las encíclicas asentimiento, obediencia y respeto. El Papa Pío XII observó que las encíclicas, aunque no son la forma usual de promulgar pronunciamientos infalibles, si reflejan el Magisterio Ordinario de la Iglesia y merece ese respeto de parte de los fieles (Humani generis, 1950).

El título que se le da a la encíclica se deriva de sus primeras palabras en latín. Por ejemplo la encíclica del Papa Pablo VI sobre la inmoralidad de la contracepción, se tituló Humanae vitae, (Vida Humana).

2. Epístola Encíclica

Difiere muy poco de las cartas encíclica. Las epístolas son poco frecuentes y se dirigen primariamente a dar instrucciones en referencia a alguna devoción o necesidad especial de la Santa Sede. Por ejemplo: algún evento especial, como el Año Santo.

3. Constitución Apostólica


Estos documentos son la forma más común en la que el Papa ejerce su autoridad "Petrina". A través de estas, el Papa promulga leyes concernientes a los fieles. Tratan de la mayoría de los asuntos doctrinales, disciplinares y administrativos. La erección de una nueva diócesis, por ejemplo, se hace por medio de una Constitución Apostólica.

Mientras que al principio, dichas constituciones enunciaban normas legales y continúan siendo principalmente documentos legislativos, tienen ahora frecuentemente un fuerte componente doctrinal. Pertenecen al magisterio ordinario del Papa.


4. Exhortación Apostólica

Estos documentos generalmente se promulgan después de la reunión de un Sínodo de Obispos o por otras razones. Son parte del magisterio de la Iglesia.

5. Cartas Apostólicas

Estos documentos son cartas dirigidas a grupos específicos de personas. Estas también pertenecen al Magisterio Ordinario.

6. Bulas

Desde el siglo sexto en adelante, la cancillería papal usó un sello de plomo o de cera para autentificar sus documentos. La bula era inicialmente un tipo de plato redondo con forma de disco que se aplicaba a los sellos metálicos que acompañaban ciertos documentos papales o reales.

Alrededor del siglo XIII, empezó a significar no solo el sello en sí mismo, sino el documento per-se. Desde ahí hasta el siglo XV, la bula era un término amplio que designaba la mayoría de los documentos papales.

Durante el pontificado del Papa Eugenio IV(1431) comenzó un cambio. Ya existía una delineación de documentos papales, por ejemplo, en el 1265 el Papa Clemente IV escribió a un sobrino y usó, no una bula sino un sello de cera que tenía la impresión del anillo del pescador.

El Papa Eugenio IV, efectuó cambios administrativos para remover el lento sistema de las bulas, reemplazándolo con una variedad de documentos, siendo el más notable el "breve apostólico".

Las bulas continuaron siendo utilizadas, sin embargo, en ciertos momentos en conjunción con los breves. Un ejemplo de este caso fue bajo el pontificado del Papa Julio II (1503-1513), quien primero otorgó un breve concediendo la dispensación al Rey Enrique VIII de Inglaterra para casarse con Catalina de Aragón y luego otorgó una bula.

Por costumbre la bula tiene una inscripción en la cual el Papa utiliza el título Episcopus Servus Servorum Dei (El Siervo de los Siervos de Dios). Este título fue adoptado muy probablemente por el Papa San Gregorio I (Magno; 590-604), ya que el había escogido este título como protesta contra el patriarca de Constantinopla, Juan el Rápido, quien se hacía llamar el "Patriarca Ecuménico". Se popularizó su uso en el 1800.

Una colección de bulas es llamada "bullarium".

Algunos documentos papales reciben el nombre de bula de forma equivocada. Un ejemplo es la Constitución Apostólica Munificentissimus Deus (1950), promulgada por el Papa Pío XII cuando definió el Dogma de la Asunción de la Santísima Virgen a los Cielos. Este documento es llamado frecuentemente con el nombre de "bula".


7. Motu Proprio

Son documentos papales que contienen las palabras "Motu proprio et certa scientia". Significa que dichos documentos son escritos por la iniciativa personal del Santo Padre y con su propia autoridad.

Es conveniente notar que solamente la enseñanza dirigida a toda la Iglesia Universal expresa el Magisterio Ordinario en su sentido pleno. Los discursos Ad limina , dados a los obispos de una región particular y los discursos dados durante las visitas a los diferentes países, no pertenecen, en el mismo grado, al Magisterio Ordinario como aquellos discursos dirigidos a la Iglesia Universal. Sin embargo hay que notar que cuando el Papa enseña, aunque sea a una región particular, frecuentemente se refiere a verdades que ya eran del magisterio.

El Papa, con mucha frecuencia, trata cuestiones sociales, económicas y políticas específicas con el propósito de derramar sobre las mismas la luz del Evangelio. Aparte de enseñar ciertos principios morales, también usualmente recomiendan formas de acción práctica. Estas últimas proposiciones merecen respetuosa consideración, pero no llaman al ejercicio del asentimiento religioso de la misma manera que lo exige la enseñanza en fe y moral. Los católicos son libres para presentar soluciones prácticas alternativas, siempre y cuando acepten los principios morales expuestos por el Papa. En todo caso la autoridad del Papa merece profundo respeto.

Lamentablemente, muchos católicos abusan la libertad para rechazar el magisterio. Hay corazones que sólo buscan reducir al mínimo lo que tienen obligación de asentir y no se abren a toda la sabiduría que Dios otorga a través del Papa. Al final de ese camino, aun lo esencial se va secando y abandonando.


A continuación algunos Documentos Pontificios:


Cartas Encíclicas


SPE SALVI (En la esperanza somos salvados) - Bendicto XVI

DEUS CARITAS EST (Dios es Amor) - Bendicto XVI
ECCLESIA DE EUCHARISTIA (Sobre la Eucaristía en su relación con la Iglesia) - Juan Pablo II


EVANGELIUM VITAE (El Evangelio de la vida) - Juan Pablo II


POPULORUM PROGRESSIO (Sobre la necesidad de promover el desarrollo de los pueblos) - Pablo VI


HUMANAE VITAE (Vida humana) - Pablo VI


Exhortación Apostólicas


SACRAMENTUM CARITATIS (Sobre la Eucaristía fuente y culmen de la vida y de la misión de la Iglesia) - Bendicto XVI


CHRISTIFIDELES LAICI (Sobre la vocación & misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo) - Juan Pablo II


GAUDETE IN DOMINO (Sobre la alegría cristiana) - Pablo VI



Motu Proprio




VITAE MYSTERIUM (Misterio de la vida) - Juan Pablo II



APOSTOLICA SOLLICITUDO (Por la cual constituye el Sinodo de Obispos para la Iglesia Univesal) - Pablo VI

LOS APOSTOLES. CRUCIGRAMA


RESUELVE EL CRUCIGRAMA Y CONTESTA:
¿CUÁLES SON LOS NOMBRES DE LOS 12 APÓSTOLES DE JESUS?
1)__________________
2)__________________
3)__________________
4)__________________
5)__________________
6)__________________
7)__________________
8)__________________
9)__________________
10)__________________
11)__________________
12)__________________
 

Lugares geográficos donde Jesucristo hizo milagros en Galilea

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA Y PRINCIPALES DOCUMENTOS SOCIALES DEL MAGISTERIO

Doctrina Social de la Iglesia

La Doctrina Social de la Iglesia católica (también, Doctrina Social Cristiana) es un conjunto de normas y principios referentes a la realidad social, política y económica de la humanidad basado en el Evangelio y en el Magisterio de la Iglesia católica. El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia y el Catecismo católico la definen como un cuerpo doctrinal renovado, que se va articulando a medida que la Iglesia en la plenitud de la Palabra revelada por Jesucristo y mediante la asistencia del Espíritu Santo, lee los hechos según se desenvuelven en el curso de la historia
Tal como afirma el Cardenal Martino en la presentación del Compendio de Doctrina Social de la Iglesia , La doctrina social cristiana es parte integrante de la concepción cristiana de la vida, con la que el beato Papa Juan XXIII, en la encíclica Mater et magistra abría el camino, hace ya muchos años, a las sucesivas, importantes y profundas precisiones de Juan Pablo II: La enseñanza y la difusión de esta doctrina social forma parte de la misión evangelizadora de la Iglesia ; la doctrina social, instrumento de evangelización(...) anuncia a Dios y su misterio de salvación en Cristo a todo hombre.
No obstante, la primera encíclica social fue la Rerum novarum, escrita por León XIII el 15 de mayo de 1891, en el contexto de los eventos de naturaleza económica y social que se produjeron en el siglo XIX, como la Revolución Industrial y la "Cuestión obrera" dicha inquietud social no da inicio con dicho documento, pues la Iglesia considera que jamás se ha desinteresado de la sociedad.
La Iglesia deja claro que su doctrina social no es una «tercera vía», un camino intermedio entre el capitalismo y el socialismo. No tiene nada que ver con una agenda económica o política, y no es un «sistema». Aunque, por ejemplo, ofrezca una crítica del socialismo y el capitalismo, no propone un sistema alternativo. No es una propuesta técnica para solucionar los problemas prácticos, sino más bien una doctrina moral, que surge del concepto cristiano de hombre y de su vocación al amor y a la vida eterna. Es una categoría propia.[cita requerida]
La doctrina social, además de dirigirse de forma primaria y específica a los hijos de la Iglesia, tiene un destino universal. La luz del Evangelio, que la doctrina social refleja sobre la sociedad, ilumina a todos los hombres: todas las conciencias e inteligencias son capaces de captar la profundidad humana de los significados y de los valores expresados en esta doctrina, así como la carga de humanidad y humanización de sus normas de acción.
Principales documentos sociales del Magisterio
León XIII
• Rerum Novarum (1891)
Pío XI
• Quadragesimo Anno (1931)
• Divini Redemptoris
• Mit Brennender Sorge (1937)
Pío XII
• Radiomensaje "Solennitá", 50 años de la encíclica Rerum Novarum (1941)
• Radiomensaje de navidad (1942)
• Mater et Magistra 1961
• Pacem in Terris ( 1963)
Concilio Vaticano II
• Gaudium et Spes (1965)
Pablo VI
• Populorum Progressio (1967)
• Humanae Vitae 1968
• Octogesima adveniens (1971)
Juan Pablo II
• Laborem Exercens (1981)
• Sollicitudo Rei Socialis (1987)
• Centesimus Annus (1991)
• Veritatis splendor (1993)
• Evangelium Vitae (1995)
• Fides et Ratio (1998)
Benedicto XVI
• Deus Caritas Est (2005)
• Caritas in Veritate (2009)

viernes, 15 de abril de 2011

¿QUÉ ES LA CUARESMA?

La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.
El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.
En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios.
Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección

LITURGIA





la Cuaresma nos invita a confiar en Cristo, en seguirle y amarle sin miedo




reflexion a la preparacion de la Semana Mayor con los Docentes COLSAM



EL ALFARERO